LA RAGUA-LAGUNA SECA Y VICEVERSA

Eran casi las 11 de la mañana cuando he salido de mi casa, osea que no podemos decir que haya sido un madrugón. La idea clara, al Puerto de la Ragua. De ahí al Chullo y ya veremos si hay para más. A las 12 empiezo a andar. Paradas las justas, para beber agua después del primer calentón del cortafuegos, alguna foto, y algún receso técnico para recuperar el aliento. Hace tanto tiempo que no salgo al monte que el cuerpo pide una adaptación de esas de "a poquito a poco".

Llego al siempre "acogedor" refugio de la Minilla donde me cruzo con un grupo de montañeros. El refugio tiene más hielo dentro que mi congelador, que ya es decir.

Un último tirón y el Chullo es mio. Corre una ligera brisa que no llega a molestar, pero hago la típica foto de cumbre y sigo camino hacia la Laguna Seca. Hay letreros indicando el sendero, pero éste se pierde bajo los persistentes neveros que se prodigan por estos lares.
La verdad es que la nieve está muy aceptable y disfruto atravesando muchos metros de lo que yo denomino glaciares, para darles un poco de importancia y de paso subir mi autoestima.

La laguna se me presenta impresionante. Ya antes la había visto con agua pero esta ocasión luce más señora, porque aún quedan neveros en sus orillas. Son la tres.

Hago algunas fotos y camino de vuelta.
A las cuatro llego a ese corralón para ganado donde paro a comer lo que me quedaba del bocata sobrasada.

Aún me queda una hora hasta llegar al coche. Las cinco de la tarde. Ya pensando en el cruce de Dólar y en ese cafelito reconfortante.

Lo cierto es que me he encontrado mejor de lo que yo esperaba. Ahora, a por retos de más enjundia. Contad conmigo compañeros.

Texto e imágenes: Emilio Castellana

Espero que los amantes de la última foto no me denuncien por intromisión en si vida privada.