Coleguillas del CAM, simpatizantes y aficionados en general , estas líneas no son para redactar una crónica montañera al uso, ni una actividad especialmente inolvidable como la del sábado pasado. Estas líneas son para intentar describir la sensación de ridículo que he sentido hoy en plena calle.
Desde el sábado pasado que hice junto a algunos compañeros la arista del Cartujo (crónica que está por publicarse), venía sintiendo una sobrevaloración personal de la que recién despierto.
¿Qué queréis que os diga? me sentía más capacitado para afrontar cualquier reto que me mandara la vida. Creía ser más poderoso y casi tenía la tentación de sentirme "montañero". Todo por haber subido una pendiente de nieve de unos cuantos grados de inclinación y de haber sorteado una serie de rocas, con más miedo que vergüenza, y siendo guiado en todo momento por los más expertos del grupo en estas lides.
Esta mañana, iba yo tan ufano por la calle cuando me he cruzado con un señor de considerable edad (más de 70 años) casi impedido de las dos piernas, con dos muletas, y haciendo un esfuerzo casi sobrehumano por avanzar metro a metro. No era sólo el gesto de dolor de su cara, ni la forma de retorcerse en cada paso. Lo que me ha llamado la atención eran las ganas que expresaba por seguir adelante, por superar cada baldosa que le separaba de su meta.
No sé por qué, en ese momento se me ha venido a la cabeza todo lo que hice el sábado pasado en la sierra y no he podido evitar compararme con ese señor.
La soberbia se me ha bajado a los píes.
En un segundo he concluido que el reto más grande al que podemos enfrentarnos en la vida es sin duda... la vida misma.
Cualquier obstáculo, por inalcanzable que nos parezca, se puede solventar si tenemos espíritu de superación.
Como toda reflexión, ésta tiene su enseñanza, y para mi no es otra más que la siguiente:
Cuando creas que has alcanzado tu cota máxima, mira a tu alrededor, deja de mirarte el ombligo y seguro que vés a alguien del que aprender que hay algo más difícil de superar.
¿Dónde acaba el reto? ¿Dónde está el límite de la superación humana?
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