Salimos
de la Roza por la pista hasta llegar a una curva cerrada donde nos esperaba
nuestro objetivo, el Barranco del Diablo. El arroyo que discurre por su lecho
baja aún con muy poca agua, pero la suficiente para llenarnos los oídos con el
alegre rumor del líquido elemento.
Cogemos un senderillo que surge por la
márgen izquierda de dicho barranco jalonado por viejas encinas centenarias ,
seguimos siempre a media ladera y con vistas al barranco. Al poco rato, pasamos
por un cobertizo semiderruido y luego franqueamos un pequeño escarpe rocoso;
vamos aprovechando sendas de animales porque la verea primitiva desapareció
absorbida por el abundante matorral espinoso que nos va dejando en
brazos y piernas su “suave” caricia. Se llega a una pequeña planicie y
rebasamos otro escarpe de roca alcanzándose a ver al fondo los rojos colores de
los cerezos de Huerto Zarago.
Conforme nos vamos aproximando se distinguen las
hileras de piedras de los balates que delimitaban los pequeños bancales.
Piedras sabiamente alineadas y dispuestas por manos expertas hace , quién sabe
cuántos años.
Hacía tiempo que tenía ganas de venir a este paraje que siempre
había visto desde la ladera de enfrente en la subida por la norte del Buitre y
en el que nunca había puesto los pies.
Huerto
Zarago, es una pequeña planicie a 1930 mts.
situada en la cara norte del
Buitre donde aparece como un diminuto vergel de cerezos, nogales, frutales y rosales silvestres. Tiene algunas pequeñas
construcciones como una pequeña cabaña , acequias y algunos corrales todo con
el cruel sello que deja el clima y el paso del tiempo, es decir, en ruinas.
La niebla rodea la cumbre del
Buitre y a ratos deja entrever los negros e imponentes farallones de la norte.
El frío nos recuerda que estamos a casi 2000mts.y se empieza a cubrir bastante.
Vivir aquí una tormenta debe ser una experiencia increíble pero, será en otra
ocasión porque no cae ni una gota, ni un mal trueno… nada!!!
Tras reponer fuerzas y darle unos cuantos tientos a la bota de
vino, emprendemos el regreso por el mismo sitio hasta la Roza.
Desnivel:
600 mts. Desde la Roza.
Tiempo:
3 h. 30 min. ida.
Observaciones:
vereilla al principio , luego desaparece, hay que ir a trochamonte siguiendo
pasos de animales y echándole el ojo al GPS.
Montañistas: Kiko y Mely.
Que buen reportaje. Además se da la circunstancia que las fotos, por cierto magníficas, no hacen sino apoyar el relato, tan descriptivo que ya te imaginas el ambiente.
ResponderEliminarMi kiko es un artista de los buenos
ResponderEliminarCorroborando los siempre sabios comentarios de nuestro webmaster, D. Emilio Castellana, muy bueno el relato y las fotos que ya muestran la tan ansiada llegada del otoño. Por cierto, para ya mismo, 27-28 de octubre, habrá que preparar una travesía de las que nos gustan.
ResponderEliminarSalut,