A primeros de Noviembre nos dimos un paseito por el sendero denomiado Sulayr. En concreto lo cogimos en la pista que sube de La Roza y llegamos hasta el refugio de Piedra Negra. Allí tomamos algo de sustento en forma de bocata y tiento a la bota de vino. Como el tiempo no era el más idóneo para subir a la cuerda, decidimos hacer caso a los consejos del señor José Quillo y seguir por el sendero para luego realizar un bonito e ilustrativo periplo a través de barrancos y otros accidentes geográficos propios de la zona.
Llegamos a los coches de manera oportuna porque justo empezó a caer un tremendo aguacero que nos acompañó hasta Abrucena donde nos tomamos unas cervecitas y sus correspondientes tapitas que nos confortaron el ánimo y el maltrecho cuerpecillo.
Y ahora viene el documento gráfico:
